El término networking proviene del inglés y se ha puesto muy de moda sobre todo desde la existencia de las redes sociales enfocadas a empresas, como LinkedIn. Su traducción al español sería «hacer contactos». Vamos, lo que se ha venido haciendo toda la vida para conseguir lazos entre profesionales, empresarios y autónomos.
¿Qué es el networking?
Se trata de una actividad llevada a cabo entre profesionales del mismo o distinto sector. Se realizan reuniones que sirven para conseguir contactos, encontrar oportunidades de negocio, intercambiar información o buscar nuevos clientes.
En muchas ocasiones, los empresarios pueden horrorizarse con la simple idea de colaborar con su competencia. «¡Al enemigo ni agua!», exclamaría más de uno. Aunque en parte tienen razón (a nadie le gusta entregar a un competidor una información que ha costado tiempo y dinero recabar, por ejemplo), a veces hay que ser más de mente abierta y saber abrazar las oportunidades que podrían surgir.
Intercambiando ideas o experiencias con la competencia podríamos llegar a mejorar o evolucionar el negocio de ambos, logrando así mayores ingresos al poder ofrecer un producto o servicio a un mayor abanico de clientes, por ejemplo.
Evidentemente, hay otros tipos de networking que no requieren crear lazos con nuestros competidores directos. Se trataría de conocer a gente dentro de nuestro mismo sector, pero sin dedicarnos a lo mismo.
Los beneficios de este tipo de relaciones son enormes y podrían ayudarnos a hacer crecer nuestra empresa. Aparte de las ventajas evidentes de conseguir nuevos clientes B2B dentro de nuestro sector, podríamos beneficiarnos también de las recomendaciones a terceros.
Veamos un par de ejemplos:
- No es lo mismo recibir un correo electrónico promocionando un producto o un servicio si este correo se recibe de un completo desconocido que si viene de alguien con quien estuvimos charlando en el último evento, ¿verdad? Se aplicaría de forma idéntica al revés. Es decir, si promocionamos nuestros productos/servicios a gente que ya conocemos, seguro que estarán más abiertos a considerar comprártelos.
- Imaginemos que nos dedicamos a ofrecer un servicio específico. Si un tercero pregunta a uno de nuestros contactos si conocen alguna empresa que hace ese servicio, hay buenas posibilidades de que nos recomienden a nosotros. Este tipo de recomendaciones ocurre mucho en las reformas del hogar, entre profesionales de distinta índole: electricistas, fontaneros, constructores, pintores, colocadores de parquet…
¿Dónde hacer networking?
Podemos hacerlo online, en internet, gracias a plataformas como LinkedIn, otras redes sociales o programas de videoconferencia y teletrabajo. Aún y siendo relativamente efectivo (y desde luego más sencillo), los empresarios y profesionales que han participado en algunas encuestas recalcan que, en general, es mejor hacer contactos de forma presencial.
¿La razón? Las interacciones personales directas se graban más en nuestro cerebro y la gente que hemos conocido en persona nos resulta más cercana. Para hacer networking de esta manera, es decir, presencialmente, los eventos del sector que se celebran en distintas ciudades son sin duda el mejor lugar.
En tales eventos podemos charlar con competidores directos (¡sí, hay que perderle el miedo a esto!), pero aún más importante, con otras empresas del sector cuyos productos o servicios son complementarios a los nuestros. Aquí es donde podremos expandir nuestra red de contactos profesional y llevar nuestro negocio a un nuevo nivel de crecimiento.
Conclusión
Sea como sea, el networking es una actividad que ayudará mucho a nuestro negocio. No hay que asustarse por el término si parece demasiado moderno. No es más que el «hacer contactos» de toda la vida. Imagínese, puede que, incluso charlando en un bar con alguien, ¡estemos haciendo networking! Porque al final no es más que eso, relacionarse con otras personas e ir creando una red de contactos y conocidos que con el tiempo hará que nuestra empresa crezca.