El envío de correos masivos es una acción de marketing que muchas empresas usan para llegar a sus clientes. Además de conseguir un programa para enviar mails masivos, es necesario tener una estrategia clara; y es que aunque es una excelente estrategia, podemos cometer determinados errores que le resten fuerza.
Los mails masivos
Lo primero que tenemos que tener claro es que la estrategia de mails masivos no tiene nada que ver con los mensajes spam. La principal diferencia es que cuando mandamos mails masivos lo realizamos a una lista de contactos que, voluntariamente, han accedido a recibir estos correos de nuestra empresa.
Una de las ventajas más interesantes, es que con estos mails masivos damos a conocer nuestra marca ante un gran número de clientes que pueden, a su vez, captar nuevos clientes y generar nuevas suscripciones. Por tanto, es necesario que el contenido de estos mails sea lo más atractivo posible.
Por otro lado, también estrechamos lazos con nuestros clientes, pudiendo usar este medio para crear propuestas de venta, ofertas o lanzamientos concretos. Una comunicación fluida y cercana con el cliente hace que la relación comercial sea mejor.
Claves para hacer un buen mailing
Como comentábamos, lo primero es conseguir un buen programa para enviar mails masivos. Editores intuitivos que sean capaces de crear plantillas sencillas; y es que, al final, lo importante es el mensaje.
Asegúrate siempre de que tus destinatarios puedan reconocerte. Por ello, es recomendable añadir un nombre además del nombre de la marca como dominio. Esto responde a que hay estudios que aseguran que las personas somos más propensas a abrir correos que vienen identificado con el nombre de una persona en lugar de palabras como “info” o cualquier otro nombre genérico.
A la hora de redactar tu mail, intenta crear curiosidad y jamás des órdenes. Los asuntos que tienen interrogantes tienen una tasa de apertura casi del doble que los que entran con signos de exclamación.
Evitar errores comunes
En cuanto a los errores que tenemos que evitar, recuerda que las personas asocian los textos en mayúsculas con los gritos. Nunca uses mayúsculas en una campaña de mails masivos.
Es imprescindible que los usuarios acepten recibir nuestros correos. Si no conseguimos eso, nuestros emails acabarán en la bandeja de spam. Pide siempre permiso dejando completamente clara la suscripción. Además, si una persona quiere darse de baja, tramita esa baja con celeridad y sin poner problemas. No hay nada peor que alguien hablando mal de nuestra marca.
El contenido, como comentábamos, debe estar bien estudiado. Intenta no adjuntar ningún tipo de formato. Esto se debe principalmente a que los filtros antispam pueden malinterpretar el correo, ser alterado y, por tanto, no tener el aspecto que queremos o surjan problemas para la descarga.
Una buena solución sería incluir enlaces directos para que las personas que reciban el email puedan abrir el contenido en una ventana externa. De esta forma evitamos cualquier inconveniente con el formato y controlamos completamente el mensaje que queremos transmitir, además de saber exactamente cuál es la tasa de apertura.